En un comunicado emitido el 6 de febrero por la Cancillería de Nicaragua; se denunció la incursión, en cuatro ocasiones, de naves artilladas del Ejército de El Salvador en espacio marítimo nicaragüense, a menos de 30 millas de sus costas. Esto generó un intercambio de correspondencia diplomática entre ambas naciones.
“El Gobierno de El Salvador rechaza enérgicamente el contenido completo de su nota… por afirmar que las aguas son nicaragüenses… cuando ellas son de manera inequívoca salvadoreñas”, fue parte de la respuesta que la Cancillería de El Salvador emitió el 7 de febrero.
No obstante, Nicaragua envió otra nota diplomática “enfatizando” no tener “ninguna disputa de límites con El Salvador” puesto que el país “solo tiene límites con la República de Honduras”.
Golfo de Fonseca, zona de conflictos históricos
Honduras es pieza clave en el conflicto de las naciones en el Golfo de Fonseca. En 1992, la Corte Internacional de Justicia dictaminó que tanto Honduras como El Salvador tenían derecho sobre una franja de tres millas a partir de sus costas. Por otra parte, El Salvador nunca ha reconocido el derecho de Honduras a la boca de El Golfo.
Honduras y El Salvador también reclaman cada uno soberanía sobre la Isla Conejo, un islote de medio kilómetro cuadrado de extensión. En el año 2010, Juan Orlando Hernández, entonces presidente de Honduras, construyó un helipuerto en dicha isla, lo que El Salvador, en ese momento gobernado por Mauricio Funes, calificó de provocación.
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Sin embargo, en octubre del 2021, Honduras y Nicaragua celebraron el Tratado Integracionista del Bicentenario, donde ambas naciones se dispusieron a resolver sus límites territoriales tanto en el mar Caribe como en el Océano Pacífico, incluido el Golfo de Fonseca. El Salvador por su parte decidió no participar en dicho tratado.
“Desde el 2014, mi Gobierno ha trabajado por la paz y el desarrollo en torno al Golfo de Fonseca. Alentamos a El Salvador a apoyar el tratado Bicentenario firmado por Honduras y Nicaragua – en lugar de duplicar su ejército, adquirir nuevas armas, y tratar de dividir a sus vecinos”, declaró en twitter el entonces presidente Juan Orlando Hernández.
Nicaragua insta a resolver las diferencias de forma pacífica
El fallo de la Corte Internacional de La Haya dictaminó en 1992 el derecho de Honduras a las aguas del Golfo de Fonseca, además del derecho al mar territorial, plataforma continental y a la zona económica exclusiva. No obstante, también sugirió que el procedimiento de división “debía surgir de mutuo acuerdo”.
«Tenemos las ‘puertas abiertas’, para que el Gobierno salvadoreño se incorpore a conversar con nosotros y le podemos explicar sobre qué bases jurídicas-legales, partiendo del fallo de la Corte [Internacional de Justicia], es que llegamos a ese acuerdo», afirmó Daniel Ortega presidente de Nicaragua.
En el Artículo 6 del Tratado Integracionista “se invita de manera cordial y respetuosa al Gobierno de El Salvador a ser parte de esta estrategia que busca hacer del Golfo de Fonseca una zona de paz y desarrollo para beneficio de los tres países ribereños”.
El asesor jurídico de la Presidencia de El Salvador, Javier Argueta, argumentó que se había creado una comisión para “analizar” dicho tratado y pasar recomendaciones al presidente Nayib Bukele.
Oposición salvadoreña acusa a Bukele de crear “cortinas de humo”
Ricardo Godoy, diputado salvadoreño de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), declaró en relación a la situación entre su país y Nicaragua: “espero no ser irresponsable con mis palabras, pero ojalá, que, por todo el contexto, cuando hay un tema impopular para el Gobierno hay una cortina de humo y espero no sea esto”. Godoy hizo estas afirmaciones debido al contexto nacional interno de una fosa común encontrada en Nuevo Cuscatlán con 26 cadáveres dentro.
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“Yo creo que las energías del Gobierno y del cuerpo diplomático deben de ponerse en función de solventar esto de manera dialogada y no a través de otra vía. Ojalá que todo este poderío militar e institucional se pudiese ocupar mejor para contrarrestar la serie de desaparecidos que hay en el país, la inseguridad y obviamente la debilidad del Plan Control Territorial”, opinó René Portillo Cuadra, jefe de fracción de ARENA.
El gobierno de Nayib Bukele ha presentado el Plan de Control Territorial como una proeza para disminuir los niveles de inseguridad de la nación centroamericana. El plan no ha estado exento de críticas, sobre después del 9 de febrero de 2020, cuando Bukele entró con el Ejército a tomarse la Asamblea Legislativa, para presionar la aprobación del presupuesto dirigido a financiar dicho plan.