
En sus primeras declaraciones públicas sobre el supuesto plan de paz de Estados Unidos para Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin aseguró que la propuesta fue discutida con Washington incluso antes de la reunión celebrada en Alaska.
Según el mandatario, la Casa Blanca pidió a Moscú mostrar “flexibilidad” en torno al arreglo del conflicto ucraniano y, tras ese primer intercambio, elaboró una versión actualizada del documento, ahora compuesta por 28 puntos, que Rusia ya tiene en su poder y considera que podría servir como base para un acuerdo.
Putin explicó que el objetivo central de la reunión en Alaska fue ratificar que, pese a las dificultades, Moscú estaba dispuesta a mostrar la flexibilidad solicitada.
El líder ruso subrayó que, tras aquellos contactos, Estados Unidos decidió hacer una pausa porque no ha conseguido que Kiev acepte el contenido del plan. Indicó que Rusia ya ha informado a sus principales socios del Sur Global —incluidos China, India, Corea del Norte, Sudáfrica y Brasil— sobre este giro en las conversaciones de paz.
“Ucrania y sus aliados europeos siguen alimentando la ilusión de que es posible infligir a Rusia una derrota estratégica en el campo de batalla”, advirtió Putin, responsabilizando a Kiev y a los “instigadores de la guerra en Europa” del estancamiento político.
En el plano militar, Putin recordó los últimos avances del Ejército ruso en la línea del frente y destacó el control casi total de Kupiansk para inicios de noviembre, una ciudad clave en la región de Járkov. A su juicio, la dirigencia ucraniana o bien no cuenta con información objetiva sobre lo que ocurre en el terreno, o no es capaz de evaluarla con realismo, mientras las fuerzas rusas mantienen la iniciativa en varios sectores del frente.
En este contexto, el presidente ruso lanzó una advertencia directa: si Kiev continúa rechazando las propuestas de paz impulsadas por Trump, los acontecimientos de Kupiansk “inevitablemente se repetirán” en otras zonas estratégicas.
Afirmó que Moscú, por ahora, se muestra satisfecha con la dinámica de la operación militar especial, que —según dijo— avanza hacia el cumplimiento de sus objetivos. No obstante, insistió en que Rusia sigue abierta al diálogo y dispuesta a examinar minuciosamente todos los detalles del plan estadounidense, siempre que exista una voluntad real de negociación por parte de Ucrania y sus aliados.




