El presidente de Rusia, Vladímir Putin, agradeció a las unidades militares de Corea del Norte que participaron en la liberación de la provincia de Kursk.
La operación, completada el 26 de abril, derrotó a militares ucranianos que habían invadido el territorio ruso.
Putin destacó que la participación norcoreana fue realizada «en conformidad con el derecho internacional» y el Tratado de Asociación Estratégica Integral firmado entre Moscú y Pionyang. Además, subrayó la solidaridad, la justicia y el espíritu de camaradería de los soldados coreanos.
El mandatario aseguró que Rusia «nunca olvidará» la valentía de las tropas norcoreanas, quienes lucharon hombro a hombro con los rusos. Además, afirmó que los combatientes norcoreanos defendieron la patria rusa como propia, ganándose «una gloria inmarcesible».
Corea del Norte califica “misión sagrada”
Desde Pionyang, el líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, calificó de «misión sagrada» la participación en Kursk. Además, señaló que todos los que combatieron por la justicia son reconocidos como «héroes y representantes del honor nacional».
La Comisión Militar Central de Corea del Norte, afirmó que la liberación de Kursk frustró los intentos políticos y militares de Occidente y Ucrania.