La migración ilegal hacia Estados Unidos ha sido un conflicto persistente que ha alcanzado nuevas tensiones entre el presidente Joe Biden, el gobernador de Texas, Greg Abbott, e incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

La disputa se intensifica con la resistencia de Abbott a las políticas migratorias de la Casa Blanca, optando por medidas más severas contra la inmigración en su estado.

Este enfrentamiento ha reavivado propuestas de independencia para Texas, destacando la creciente polarización en la política migratoria estadounidense.