Nicaragua ha experimentado una positiva recuperación de su economía a pesar que enfrentó en 2018 un intento fallido de golpe de Estado que generó pérdidas de más de mil millones de córdobas en la economía y una caída del PIB del 1.7 %. En marzo de 2020, se detectó el primer caso de COVID-19, y en noviembre de ese año dos huracanes de categoría 4 y 5 impactaron directamente el país en un rango de tiempo de una semana entre uno y otro.
¿Cómo lo ha hecho?
Según el último informe del Banco Central de Nicaragua, en el cuarto trimestre de 2021, la actividad económica logró equipararse a la existente en el primer trimestre del año 2018, y el Producto Interno Bruto a precios constantes fue mayor que el observado en el año 2017.
De acuerdo al informe, el empleo creció un 3.7 % al cuarto trimestre del 2021, los ingresos fiscales crecieron un 26.9 % y la Inversión Pública un 38 %. El aumento de flujos externos y exportaciones incrementaron un 29.5 %, las importaciones 41 % y la Inversión Extranjera Directa bruta incrementó un 52.7 %.
Las actividades de mayor crecimiento fueron la minería y canteras (37.9 %), la construcción (33.4 %), comercio (16.2 %), industria manufacturera (14.3 %), pesca y acuicultura (12.2 %), electricidad (10.9 %) y sector hotelero (10.5 %).
De igual forma, las Reservas Internacionales aumentaron a un nivel catalogado como récord: 4 mil 046.6 millones de dólares. Este aumento representó un total de $834.7 millones de dólares adicionales con respecto al año 2020, garantizando una cobertura de 2.8 veces la base monetaria y la estabilidad del régimen cambiario vigente en el país.
El informe de este proceso en la economía nicaragüense, destaca que, “fue respaldada por un marco de políticas públicas enfocadas en garantizar la estabilidad macroeconómica, con una política fiscal prudente, una política monetaria laxa”.
Además, el ente bancario señaló la importancia de la supervisión bancaria efectiva y políticas sectoriales, recalcando el avance en las jornadas masivas de vacunación. Asimismo, detalló que la recuperación se sustentó por el “mantenimiento de la libre movilidad, sin políticas de confinamiento forzado”.
Como resultado de la recuperación económica mundial y las políticas de estímulo fiscal y monetario que impulsaron la demanda externa y el gasto global en 2021, el alza de los precios, experimentaron un incremento generalizado del que Nicaragua no se vio exenta. Tal como declara la institución financiera nicaragüense, la inflación en el país alcanzó un 7.21 % en el año 2021, en comparación con el 2.93 % experimentado en 2020.
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El informe concluye citando las Perspectivas de la Economía Mundial del FMI para el año 2021. Según este, la economía global se expandió un 5.9 % en este año. Sin embargo, la evolución global y financiera aún es incierta, debido a “la amenaza todavía presente del COVID-19, la persistencia de interrupciones en la cadena mundial de suministros que también ha contribuido al importante aumento de la inflación global y condiciones monetarias más restrictivas”.