El tiroteo masivo en Maine, Lewiston, en Estados Unidos, dejó un saldo de al menos 18 personas asesinadas, las autoridades policiales han identificado a una «persona de interés» en el caso, se trata del instructor de armas de fuego, Robert Card, de 40 años de edad.
Card se ha convertido en el foco de una extensa persecución en relación con los terribles acontecimientos, quien actualmente se encuentra prófugo, según un comunicado emitido por el Departamento de Policía local.
Las autoridades advierten que Card debe ser considerado un individuo armado y altamente peligroso. En ese sentido, han realizado un llamado para la cooperación de la población en la búsqueda de su paradero.
Los detalles que han salido a luz pública apuntan a que, Card, originario de Bowdoin, Maine, es un reservista del ejército estadounidense con base en Saco, Maine, según fuentes citadas por The New York Post.
Antecedentes de problemas de salud mental
El instructor de armas de fuego enfrentaba problemas de salud mental, incluyendo que informes recientes revelaron que el sujeto aseguró «escuchar voces» y amenazas relacionadas con una base de entrenamiento militar en Saco.
Unos meses atrás, Robert Card fue internado en un centro de salud mental y fue liberado después de una estadía de dos semanas, de acuerdo con las fuentes policiales. Las autoridades han enfatizado que, hasta el momento, el sujeto es considerado solamente una «persona de interés» en el caso, y no ha sido etiquetado como sospechoso.
El atacante utilizó un rifle de estilo «AR-15» para llevar a cabo el tiroteo, en el establecimiento de entretenimiento de juego de bolos denominado «Sparetime Recreation», donde se encontraban un cantidad considerable de adolescentes.
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Testigos informaron que buscaron refugio huyendo por las pistas de bolos. Posteriormente, el agresor se dirigió a un restaurante llamado «Schemengees Bar and Grille,» donde se cree que causó más víctimas, aunque el número exacto aún no ha sido determinado.
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó lo ocurrido en Maine como un acto «sin sentido y trágico,» y exhortó a los republicanos a apoyar la prohibición de armas de asalto. Sin embargo, el gobierno norteamericano, ha sido criticado frecuentemente por no realizar acciones sustanciales para la problemática de los tiroteos y asesinatos masivos que azotan el país.