Rusia denunció a Estados Unidos y sus aliados de Occidente, de sus intentos para querer desestabilizar la situación en Serbia, donde se han registrado disturbios frente a la sede de la Asamblea Nacional en Belgrado.
De acuerdo al contexto, partidos de oposición de Serbia, que no están de acuerdo con los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado 17 de diciembre, han suscitado protestas, rompiendo incluso puertas y ventanas en el edificio.
En este sentido, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, expresó que “son evidentes los intentos de Occidente colectivo de desestabilizar la situación” en Serbia.
Al respecto, Zajárova sostuvo que “la única reacción posible es seguir estrictamente la Constitución y respetar la elección del pueblo serbio, que votó a favor de los intereses nacionales de su país”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, añadió que Rusia no interviene en los asuntos internos de Serbia, y que las autoridades mismas de ese país tienen capacidad para restablecer la calma.
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En este orden, sostuvo que “todo lo que sucede es un asunto exclusivamente interno de Serbia”. Y agregó que “Rusia es muy cuidadosa con sus relaciones con Serbia y las valora mucho”.
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Sobre este tema, el embajador ruso en Belgrado, Alexandr Botsan-Járchenko, planteó que se intenta desestabilizar el gobierno en Serbia, ante la negativa del presidente Aleksandar Vucic de unirse a las sanciones contra Rusia. El presidente Vucic, convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional, ante las protestas que se han desencadenado frente a la sede de la Asamblea Nacional.