La destrucción de los gasoductos Nord Stream socavó los suministros de gas proporcionados por Moscú a Europa. En ese sentido, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró que el ataque lo perpetró Estados Unidos para mantener bajo su dominio a las naciones del viejo continente.
Las consecuencias económicas y medioambientales derivadas de este evento no tienen precedentes, y pese al encubrimiento de Occidente denunciado por Rusia, surgieron investigaciones externas sobre la destrucción de los Nord Stream, que apuntan esencialmente a una conspiración de Washington.
En ese contexto, Nebenzia, durante una intervención en el Consejo de Seguridad de la ONU, afirmó que “en la comunidad de expertos, cada vez surgen más pruebas de que el sabotaje de los Nord Stream es obra de Washington, que apostó por este indignante acto criminal, guiado por un deseo estrechamente egoísta de consolidar su dominio en Europa, que necesita desesperadamente los recursos energéticos rusos”.
El diplomático ruso subrayó la gravedad del asunto al calificarlo como «un atentado terrorista que afectó a la infraestructura internacional de gasoductos y tuvo graves consecuencias económicas y medioambientales para numerosos países».
Críticas internacionales: La necesidad de esclarecer el sabotaje en el Báltico
Estas acusaciones han generado un renovado interés y preocupación en la escena internacional, desencadenando llamados a una investigación exhaustiva para esclarecer los eventos ocurridos en el Báltico hace un año.
Al respecto, el diplomático ruso señaló que “Estados Unidos tenía la capacidad de hacerlo. Y también tenía el motivo, que era básicamente debilitar la capacidad de Rusia de utilizar sus recursos energéticos para influir en la política europea. De eso se trata”. Estas afirmaciones han alentado el debate sobre las implicaciones geopolíticas y estratégicas del incidente.
El reconocido periodista, Seymour Hersh, ha contribuido a la discusión al publicar información inédita sobre el presunto sabotaje llevado a cabo por la Casa Blanca en los gasoductos rusos.
Hersh describió la operación como un “crimen perfecto”, destacando la meticulosidad con la que se eliminaron las trazas después de la explosión y la ausencia de comunicación digital sobre el asunto.
Según Hersh, la operación se planificó en dos fases: la primera, consistió en colocar los explosivos necesarios; mientras que la segunda, implicó detonarlos “bajo demanda”. Este proceso requirió meses de investigación y práctica en las agitadas aguas del mar Báltico. Las revelaciones del periodista norteamericano plantean interrogantes adicionales, sobre la naturaleza y el alcance de las operaciones encubiertas en el ámbito internacional.
Hersh revela detalles inéditos sobre el sabotaje de los gasoductos Nord Stream
Asimismo, Hersh afirmó que cuando Biden dio la orden de detonar los explosivos, bastó un corto vuelo en un caza noruego y lanzar un sonar en el lugar adecuado del mar Báltico. Esta descripción de los eventos, ha agregado nuevos elementos a la narrativa en torno al presunto acto de sabotaje.
Según la investigación de Hersh, la CIA interpretó las vagas instrucciones de Biden sobre la destrucción de los gasoductos como “un paso estratégico hacia la Tercera Guerra Mundial”.
Mientras tanto, las investigaciones oficiales realizadas por las autoridades de Suecia y Dinamarca, no han arrojado nuevas luces sobre los planes y acciones estadounidenses en sus aguas territoriales, a pesar de la insistencia de ambos gobiernos en la apertura de un proceso policial pocos días después de la explosión.
Puedes leer: Donald Trump es declarado culpable por fraude financiero
Alemania, también inició pesquisas, pero ha expresado su intención de mantener la mayoría de los resultados en secreto. Estas actitudes, han generado preocupación y han llevado a comparaciones con el escándalo de Watergate por parte de diversos medios de prensa.
Te puede interesar: Rusia avanza en la independencia tecnológica de Occidente
En respuesta a estas revelaciones, la portavoz rusa Maria Zajárova, señaló que “la administración Biden tiene la obligación de dar una respuesta exhaustiva sobre todos esos puntos”.