Suecia desarrolló una estrategia para luchar contra el Covid-19, basada más en recomendaciones que en prohibiciones; medidas que recientemente han sido elogiadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El país europeo ha mantenido abierto escuelas, negocios y centros comerciales, confiando en la responsabilidad de los ciudadanos, y argumentando que es un modelo más sostenible.