El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció la construcción de una base militar en la ribera del río Grande, en territorio tejano, esto con el fin de «controlar el paso fronterizo y contener el cruce migratorio irregular» desde México hacia EEUU.
Acompañado por soldados, Abbott destacó que la nueva instalación, que estará operativa en abril con capacidad para 300 soldados y ampliable hasta 1,800, permitirá «una respuesta más efectiva y eficiente ante la situación en la frontera».
«Al tener a los soldados ubicados justo al lado del río, tendrán la capacidad de construir más rápidamente esa barrera de alambre de púas», apostilló Abbot.
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Mientras el gobierno central de EEUU y la Corte Suprema buscan eliminar el alambrado, Texas y su gobernador se oponen a esta medida. La Corte Suprema ha otorgado autorización a la policía fronteriza para cortar el alambrado, pero Texas continúa extendiendo la cerca.
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El proyecto, liderado por el Departamento Militar de Texas, contempla la construcción en fases de 300 camas mensuales, junto con la implementación de tres puestos de mando, almacenes de armas y un helipuerto.