Donald Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en ser condenado formalmente por un delito, tras ser hallado culpable en el caso relacionado con los pagos a la actriz porno Stormy Daniels.
Sin embargo, el juez de Nueva York, Juan M. Merchán, dictó libertad incondicional, rechazando tanto la prisión como la imposición de una multa.
El juez Merchán calificó el caso como «extraordinario», destacando la singularidad de las circunstancias que lo rodean. Según Merchán, esta decisión busca equilibrar la justicia con el respeto al cargo presidencial, dado que Trump asumirá la presidencia en diez días.
Esta posición fue respaldada por el fiscal Joshua Steinglass, quien pidió la misma sentencia en reconocimiento al contexto político.
Desde su residencia en Florida, Trump participó virtualmente en la audiencia, donde expresó su indignación y defendió su inocencia.
Según el presidente electo, el proceso fue diseñado para perjudicar su imagen y sus posibilidades electorales. «No hice nada malo», insistió, describiendo el juicio como una experiencia «terrible».
Trump anuncia apelación y califica de «Farsa» su condena
La condena se deriva de acusaciones presentadas en marzo de 2023, donde un jurado de Nueva York imputó a Trump por 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales.
Tras el veredicto, Trump prometió revertir la decisión a través de un recurso legal. En su plataforma Truth Social, describió el fallo como «una farsa» y aseguró que trabajará para restaurar la confianza en el sistema judicial estadounidense.
