Miles de personas se movilizaron en las calles de Uruguay en la «Marcha del Silencio», para exigir respuestas sobre el destino de los detenidos desaparecidos, durante la dictadura cívico-militar (1973-1985).
Las marchas convocadas por la asociación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos (Madres y Familiares), se replicaron en los 19 departamentos del país y en ciudades del exterior donde residen uruguayo.
En Montevideo, la multitudinaria columna, encabezada por la pancarta «¡Ellos saben dónde están! Exigimos respuestas. ¡Nunca más terrorismo de Estado!», recorrió la avenida 18 de Julio, principal arteria de la capital, hasta llegar a la Plaza Libertad, donde se realizó el acto central.
Esta fue la 29ª edición de la Marcha del Silencio, una tradición que comenzó en 1996 y que se ha convertido en un símbolo de la lucha por los derechos humanos en Uruguay.
En esta ocasión, la movilización cobró especial relevancia por coincidir con el 51º aniversario del golpe de Estado que dio inicio a la dictadura de Juan María Bordaberry.
Un reclamo por la verdad y la justicia
Durante la marcha, los participantes portaron fotos de los detenidos desaparecidos y carteles con consignas como «Verdad y justicia», «Nunca más» y «Aparición con vida». Además, se escucharon conmovedoras canciones y se realizaron intervenciones artísticas en memoria de las víctimas.
En el acto central, Alba González, vocera de Madres y Familiares, denunció que las Fuerzas Armadas uruguayas aún no han brindado información sobre el destino de los detenidos desaparecidos. «Saben muy bien qué fue lo que hicieron con ellos y ellas», afirmó la portavoz.
Asimismo, la «Marcha del Silencio» contó con la participación de cientos de jóvenes, según reportan medios locales uruguayos.
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El ex presidente uruguayo, José Mujica, estuvo presente en la movilización junto a su esposa Lucía Topolansky, este destacó la importancia de la participación de las nuevas generaciones.
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«Quisiera poder caminar», expresó Mujica, «pero no puedo porque el tratamiento que me hacen es muy bravo y te baja la energía por un tiempo. Pero decidí venir igual. Porque esto es una causa que ahora se está llevando somáticamente por el sentir de nuevas generaciones», apostilló el ex mandatario.