La erupción del volcán habría excavado casi 10 km bajo tierra, además de haber provocado un tsunami a nivel global.
La erupción del volcán habría excavado casi 10 km bajo tierra, además de haber provocado un tsunami a nivel global.

El estruendo del estallido en medio del mar proveniente del volcán Tonga, sorprendió al mundo a inicios de 2022. El coloso entró en erupción creando una explosión sónica que logró escucharse a más de 10 mil kilómetros de distancia, desatando la incertidumbre entre los científicos que tras casi un año de investigaciones creen que logramos presenciar la erupción más grande, registrada en el último siglo.

Diciembre de 2021 y el volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, llamado así por las dos islas que se asientan en su borde, daba las primeras señales de “rabietas” que al tiempo se convirtieron en una explosión tan fuerte, que se escuchó en Alaska, lanzó un “penacho” de gas caliente y ceniza que alcanzó los 56 kilómetros de altura, el punto más alto nunca antes registrado.

Agregado al hecho, las afectaciones no se quedaron en la isla, el estallido de Tonga, fue con tanta potencia que ocasionó un tsunami “transoceánico” que literalmente le dio la vuelta al mundo e impacto varias costas.

“La explosión volcánica provocó que la Tierra vibrase a frecuencias muy bajas, resonando durante unas 8 horas”, detallaba un artículo publicado por Consejo Superior de Investigaciones Científicas, escrito por Jordi Díaz, experto en Geociencias.

Luego de distintas investigaciones, uniendo piezas y reconstruyendo el hecho, el resultado parece alucinante con el último estudio publicado por el equipo del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA, por sus siglas en inglés) de Nueva Zelanda, donde detallan que la explosión excavó unos 9.5 kilómetros cúbicos de roca; un dato que de confirmarse, catalogaría a la erupción como la mayor registrada en el último siglo, superando la explosión de 1991 en el Monte Pinatubo.

Al respecto, el líder del proyecto, el geólogo marino de NIWA Kevin Mackay, expresa que, a pesar del enorme desplazamiento de material, el flanco del volcán permanece sorprendentemente intacto, pero el cráter, es ahora 700 metros más profundo que antes de la erupción.

“Si bien esta erupción fue grande, una de las más grandes desde Krakatoa en 1883, ha habido otras de magnitud similar desde entonces que no se comportaron de la misma manera. La diferencia aquí es que es un volcán submarino y también es parte de la razón por la que tenemos olas de tsunami tan grandes”, dijo Mackay.

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“Comparación de erupciones volcánicas notables por km de material erupcionado en relación con la erupción de 2022 de Hunga Tonga-Hunga Ha'apai”. Foto: NIWA
“Comparación de erupciones volcánicas notables por km de material erupcionado en relación con la erupción de 2022 de Hunga Tonga-Hunga Ha’apai”. Foto: NIWA

Los científicos afirman, que debido a que los volcanes se encuentran en todo el mundo, es necesario entender las anomalías de esta erupción tan grande y por qué fue tan violenta.

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“La investigación ha dejado en claro que las erupciones volcánicas submarinas tienen serias implicaciones para las comunidades costeras de todo el mundo. Una gran proporción de la población de la Tierra vive en la costa, que ya es vulnerable a los impactos del cambio climático, el aumento del nivel del mar y las grandes tormentas. Necesitamos mejorar nuestra comprensión de los riesgos de los volcanes submarinos para que podamos prepararnos y proteger mejor a las generaciones futuras y sus entornos ecológicos”, dijo, Mitsuyuki Unno, director ejecutivo de The Nippon Foundation.