La consolidación de un proyecto de integración latinoamericana que conduzca los nuevos caminos de la región, podría ser una realidad. Así lo propuso el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante un acto conmemorativo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, en la ciudad de México.
El Presidente de México, indicó que “No debe descartarse la sustitución de la OEA, por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie, sino mediador, a petición y aceptación de las partes en conflicto, en asuntos de Derechos Humanos y de Democracia”.
La CELAC fue un organismo creado en 2011, e impulsado por el líder venezolano Hugo Chávez Frías, que congrega a 33 países de América Latina y el Caribe, sin incluir a Estado Unidos y Canadá; cuyo propósito se define en orientar los intereses de Latinoamérica, hacia una integración verdaderamente regional y autónoma; despojada de todo sometimiento imperial.
Varios mandatarios de la región han criticado a la OEA, por sus acciones. Recientemente, el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, decía que “de una vez por todas, deberíamos de dejar de ser miembros de esa cloaca, y fortalecer nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra independencia”.
Otro crítico de la OEA es el expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien durante una intervención pública indicó que “habría que cambiar el nombre de la OEA, en vez de que se llame organización de Estados Americanos, debería ser: “Organización de los Estados del Norte”.
La reciente declaración del mandatario mexicano, AMLO, se produjo tras reiterados momentos de confrontación entre la diplomacia mexicana y Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA; señalado de operar a favor de los intereses de Washington.
Esta moción ha generado diversas reacciones en todo el continente, desde la aprobación de la plataforma, hasta la desaprobación, por parte de países que rigen su política bajo los lineamientos de los Estados Unidos.