El terremoto de magnitud 6,8 ocurrido recientemente en la provincia china de Sichuan, ha dejado a decenas de ciudadanos bajo los escombros, decenas de muertos y un panorama desolador en las zonas de mayor afectación.
Con respecto a los registros de pérdidas de vidas, las autoridades contabilizan, hasta la fecha, al menos a 74 personas muertas, 259 heridas, 26 desaparecidas y más de 50 mil evacuados, según recogen medios locales.
El Centro de Redes Sismológicas de China, informó que, el epicentro del movimiento telúrico, se localizó a 29,59 grados de latitud norte y 102,08 grados de longitud este, con una profundidad de 16 kilómetros.
Al mismo tiempo, la institución precisa, que el seísmo, sacudió al distrito de Luding, en la prefectura autónoma de la etnia tibetana de Ganzi. El sismo, también se sintió en Chengdu, la capital de Sichuan.
Tras el terremoto, el presidente Xi Jinping, ordenó a las instituciones de monitoreo y atención de emergencias redoblar todos los esfuerzos para minimizar el número de víctimas; además, enfatizó que, «salvar vidas debe ser considerada una misión prioritaria».
Daños materiales y respuesta inmediata
La catástrofe además de dejar varias pérdidas humanas, provocó cuantiosos daños en la infraestructura de vivienda, carreteras, hidroeléctricas, telecomunicaciones, turística y ecológica.
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Ante el desastre, el gobierno de China «ha reforzado los niveles de respuesta de emergencia, con medidas que incluyen un fondo de emergencia de 150 millones de yuanes» para reparación de daños materiales y apoyo a la provincia afectada, indica el canal CTGN en español.
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Por su parte, las autoridades locales de Sichuan activaron inmediatamente, el nivel más alto de respuesta de emergencia para terremoto.
