La lluvia de meteoros de las líridas inició el 15 abril y se extenderá hasta el 29 del mismo mes.

Durante el mes de abril se produce el evento astronómico conocido como lluvia de meteoros de las líridas, y de acuerdo con la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA), el mejor día para presenciarlo será el 23 de abril.

El fenómeno cósmico se desarrolla desde el 15 hasta el 29 de abril.  De acuerdo con la NASA, la lluvia de meteoros de las líridas se podrá apreciar mejor desde el hemisferio Norte del planeta, se prevé que durante el pico más alto del evento astronómico se presenciarán unos 10 meteoros por hora.

Asimismo, recomiendan que las líridas se aprecian mejor en las horas oscuras, después de la puesta de la Luna y antes del amanecer, se lee en el sitio web de la agencia espacial estadounidense.

Sin embargo, el evento astronómico coincidirá con la situación de la Luna, que estará en su fase conocida como plenilunio, que es cuando nuestro satélite se muestra más brillante, por lo que, el cielo estará más iluminado y pueda que resulte difícil el avistamiento.

Por lo tanto, el momento más propicio para observarla será justo antes del amanecer, cuando la Luna esté en su punto más bajo en el cielo, de acuerdo con la plataforma EarthSky.

¿Qué son las líridas?

Las Líridas son conocidas por sus meteoros rápidos y brillantes, Los avistamientos de estas lluvias más intensas ocurrieron en 1803 (Virginia), 1922 (Grecia), 1945 (Japón) y 1982 (Estados Unidos). Se pueden observar entre 10 y 20 meteoros Líridas por hora durante su pico, según la NASA.

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Además, detalló: “Las líridas no tienden a dejar largos y brillantes trenes de polvo detrás de ellas cuando atraviesan la atmósfera de la Tierra, pero pueden producir ocasionalmente un destello brillante llamado bola de fuego”.

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“Los meteoros provienen de restos de partículas de cometas y de fragmentos de asteroides rotos. Cuando los cometas rodean el Sol, dejan un rastro de polvo detrás de ellos. Cada año, la Tierra pasa a través de estos rastros de escombros, lo que permite que los pedazos choquen con nuestra atmósfera, donde se desintegran para crear rayas de fuego y colores en el cielo”, precisó la NASA.