El Comandante Daniel Ortega, líder de la Revolución Popular Sandinista es considerado un ejemplar estadista de América Latina dentro de la geopolítica mundial.
El Comandante Daniel Ortega, líder de la Revolución Popular Sandinista es considerado un ejemplar estadista de América Latina dentro de la geopolítica mundial.

Un 19 de julio de 1979, ante los aplausos y la alegría apoteósica del pueblo, en los albores festivos del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el poeta y Comandante Guerrillero, Tomás Borge Martínez, estando en la ciudad de León, durante la presentación de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, destacaba al Comandante Daniel Ortega Saavedra, como “un viejo militante del Frente”, arguyendo a su vez, con su voz volcánica y su ímpetu vibrante y arrollador, que aquel hombre de traje verdeolivo y gafas gruesas, había “demostrado una firmeza revolucionaria a toda prueba”.

Estaba el Comandante Daniel, atento a cada una de las sabias palabras de Tomás, mientras era ovacionado con fulgor y auténtica estimación por su pueblo: “Si hay alguien de verdad a quien nosotros queremos y respetamos, es a Daniel Ortega”, atinaba el escritor de ‘Un grano de maíz’, mientras toda la inmensa militancia, columnas guerrilleras y humildes familias combatientes, inundaban aquella atmósfera de júbilo victorioso, gritando con firmeza: ¡Viva Daniel, Viva Daniel!

El comandante Daniel Ortega, conversando con el escritor, poeta y guerrillero sandinista, Cmdt. Tomás Borge Martínez.
El comandante Daniel Ortega, conversando con el escritor, poeta y guerrillero sandinista, Cmdt. Tomás Borge Martínez.

Eran aquellas metáforas vivientes de Tomás, un preámbulo visionario que describían certeramente, desde la lógica crucial de la historia, al guerrillero, militante y mejor estadista de América Latina: Daniel Ortega. Lo que viene, en esa línea de tiempo futuro, no es sino una ratificación del hombre que se convertiría en el epígono y principal bastión sobre los ideales de la lucha antiimperialista, iniciada, en 1927, por el General Augusto C. Sandino, ante la ocupación norteamericana.

El somocismo había sido derrotado

Un día después, el 20 de julio de 1979, Daniel, junto a todas aquellas columnas de guerrilleros heroicos de los diferentes frentes de lucha, entraba a la icónica Plaza de la Revolución, mientras se escuchaban los campanazos de triunfo y el pueblo alborozado abrazaba la esperanza de un Nuevo Tiempo: El somocismo había sido derrotado. Desde aquel estrado elevado por el latir unísono del corazón del pueblo, Daniel, en un discurso notoriamente jubiloso, expresaba con premura, pero con la humildad que lo caracteriza: “Venimos aquí a ponernos a la orden de ustedes, y que sean ustedes los que decidan nuestro futuro”. Sus siguientes palabras, eran más bien ecos de esperanza: “Venimos aquí, ante los ojos del mundo, a demostrarles qué es lo que quiere este pueblo. Es el pueblo de Nicaragua el que está votando en estos momentos por el Frente Sandinista de Liberación Nacional”. 

20 de julio de 1979, celebración del pueblo de Nicaragua y columnas guerrilleras sandinistas.
20 de julio de 1979, celebración del pueblo de Nicaragua y columnas guerrilleras sandinistas.

De esta forma, la victoria del pueblo a través de la Revolución Popular Sandinista, está indisolublemente unida a la trayectoria política de su líder indiscutible, el Comandante Daniel, quien desde muy joven ha entregado su vida, vocación, ideales y convicción de forma insoslayable a este trascendental proceso histórico, como un faro de luz en el oscuro camino que ha planteado la lucha antiimperialista, en Nicaragua.

A décadas de aquel histórico triunfo revolucionario, Daniel Ortega se ha definido con su trabajo y disciplina como un implacable defensor de la soberanía nacional y la autodeterminación e independencia de la Patria, enfrentando las agresiones antiimperialistas, y derrotando las pretensiones hegemónicas norteamericanas, desde el terreno de la política, la diplomacia, el Derecho Internacional y el derecho de toda moral y razón, estando del lado correcto de la historia. 

Daniel, un estratega y estadista nato

Nacido un 11 de noviembre de 1945, en La Libertad, Chontales, Daniel se perfila como un líder histórico del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y particularmente como un estadista nato, que ha conducido a Nicaragua, liderando en el mapa de la geopolítica mundial y desafiando las turbulentas y amenazadas aguas del escenario político de América Latina.

De aquí que no es gratuito que el legendario Comandante Edén Pastora, ‘El Comandante Cero’, exguerrillero y líder del heroico Frente Sur ‘Benjamín Zeledón’, afirmara con toda seguridad que “hablar de Daniel, es hablar de un hombre de más de 60 años de lucha: Un hombre que ha demostrado mil veces estar dispuesto a morir por amor a este pueblo”.  

El comandante, Edén Pastora Gómez, durante una entrevista, hablando sobre la mística revolucionaria del Comandante Daniel Ortega. Foto: JP+
El comandante, Edén Pastora Gómez, durante una entrevista, hablando sobre la mística revolucionaria del Comandante Daniel Ortega. Foto: JP+

Y es que, desde enero de 1960, cuando apenas tenía 14 años de edad, Daniel se inició como activista político en la Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN), férrea opositora a la dictadura somocista; y teniendo una destacada actuación al poner en circulación el periódico ‘El Estudiante’, cuyo órgano de prensa del Frente Estudiantil Revolucionario (FER), aportó enormemente en la lucha contra el régimen de Anastasio Somoza Debayle.

Posteriormente, Daniel Ortega funge como miembro de la Dirección Nacional del FSLN, y al ser estrecho colaborador del Comandante Carlos Fonseca Amador, trabajó en la organización de los Comités Cívicos Populares y la creación de una red de comandos que realizaron acciones de guerrilla urbana contra el dictador Somoza.

Edén: Hablar de Daniel es hablar de un asceta

En 1965, por su audaz labor y convicción a los ideales revolucionarios, Daniel es ascendido a Comandante y miembro de la Dirección Nacional del FSLN. Un año después, lidera el mando del Frente Interno Norte y Sur, y bajo su apasionada militancia y su encendida defensa a los ideales revolucionarios, se ubica en la primera línea de defensa contra el somocismo.

El Comandante Daniel Ortega, lideró el Frente Interno Norte y Sur, en el proceso histórico que conllevó al derrocamiento de la dictadura somocista.
El Comandante Daniel Ortega, lideró el Frente Interno Norte y Sur, en el proceso histórico que conllevó al derrocamiento de la dictadura somocista.

Dos años después, en 1967, tras ascender Anastasio Somoza Debayle a la Presidencia, Daniel es capturado por la Guardia Nacional, al apoyar acciones revolucionarias del movimiento guerrillero.  Desde entonces, Ortega pasa 7 años en la cárcel, sufriendo hambre, torturas y todo tipo de vejámenes en celdas de castigo.

Evocando, en consecuencia, esos duros momentos, el Comandante Edén Pastora, llegó a formular, con su vivo testimonio, que “hablar de Daniel Ortega es hablar de un asceta que no le tiene miedo al sufrimiento y que resiste cualquier sufrimiento, cualquier exilio, cualquier cárcel, cualquier tortura, cualquier situación. Y eso se puede resistir solo con una razón: con amor”. Agregando con arrojo, que “si no le tenés amor a este pueblo, ¡te rajás!”.

Daniel Ortega, fue apresado y torturado por la Guardia Somocista, durante 7 años, hasta su liberación, en 1974.
Daniel Ortega, fue apresado y torturado por la Guardia Somocista, durante 7 años, hasta su liberación, en 1974.

Un 27 de diciembre de 1974, el Comando Guerrillero ‘Juan José Quezada’, tomó por asalto la casa del ministro somocista, José María “Chema Castillo”. La acción guerrillera, la cual desmoralizó totalmente al somocismo, lo obligó a su vez a liberar a los presos políticos y líderes sandinistas, entre estos figuraba Daniel Ortega.

Daniel, luchador incansable por la paz

Tras este período, Daniel, como un estratega nato, logra estrechar aún más los vínculos de la Revolución Popular Sandinista con el movimiento revolucionario, liderado por el Comandante Fidel Castro Ruz, en Cuba, lo que conllevó a un apoyo político, diplomático, moral y firme entre ambos pueblos en el escenario internacional, para enfrentar todas las formas de agresión de los Estados Unidos, en un momento clave de la historia de liberación.

Al pasar de los años, analistas geopolíticos, historiadores, académicos, internacionalistas e intelectuales de diferentes partes del mundo, han venido documentado la trayectoria política y vida del Comandante Daniel Ortega, confluyendo en la idea consolidada de su liderazgo, como un luchador incansable por la paz, la justicia y la dignidad: cualidades que lo han llevado a ser capaz de derrotar, a lo largo de la historia, las más crudas arremetidas de las agresiones de Estados Unidos y demás potencias occidentales, en sus pretensiones hegemónicas sobre Nicaragua.  

Daniel, con un amor profundo a la patria, ha sabido traducir con inteligencia la sabiduría del pueblo, y siendo bandera de lucha ha enfrentado desde las catacumbas, el somocismo; los manuales de inteligencia y de Guerra Psicológica y de baja intensidad, ejecutadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA); la sangrienta guerra impuesta, tras el triunfo de la Revolución Sandinista; el oscurantismo de los dieciséis años de neoliberalismo; el violento intento de golpe de Estado, en 2018, y su incansable lucha por la pobreza y la extrema pobreza en Nicaragua, con exitosos resultados medibles.   

El comandante guerrillero, Lumberto Campbell, conversando sobre el triunfo histórico de la Revolución Sandinista. Foto: JP+

En ese sentido, el comandante guerrillero, Lumberto Campbell, reflexiona sobre ese contexto, y refiere que “Sandino, a costa de su vida, planteó el objetivo de sacar a los yanquis de Nicaragua y lo logró. Carlos Fonseca planteó que iba a haber revolución en Nicaragua. Triunfó sobre el somocismo, y lo logró. Y el Comandante Ortega plantea desarrollar cada vez más y mejor este país, y lo está logrando”.

Daniel, el mejor hijo de la Revolución

No en vano, el comandante guerrillero, Juan José Úbeda, atina que “Daniel ha tomado las mejores decisiones y se ha graduado como estadista”, porque “en los momentos más difíciles guarda la calma”. Mientras que la comandante Doris Tijerino, considera que “Daniel es uno de los sandinistas más generosos”, y con toda prestancia lo destaca como “un hombre, cuyo corazón, no tiene cabida para el odio, ni para el rechazo”, en tanto “tiene una enorme capacidad de escuchar” a las familias nicaragüenses, llevándolas a ser partícipes y protagonistas de una verdadera democracia, con el exitoso modelo: El Pueblo Presidente.

El Comandante Omar Cabezas, autor del libro ‘La montaña es algo más que una inmensa estepa verde’. Foto: JP+

Sin duda alguna, como lo llegó a reafirmar el premio Casa de las Américas (1982) y autor de ‘La montaña es algo más que una inmensa estepa verde’, el comandante guerrillero, Omar Cabezas: “Daniel es el mejor hijo de la Revolución”. El hombre que se enfrentó contra todo un imperio, bajo la premisa inclaudicable de su voz titánica, al gritar: “¡De rodillas, solamente ante Dios!”. Lo demás, es ratificado por su mismo pueblo, quien lo acoge con amor indescriptible, por ser uno de los mandatarios con mayores niveles de aceptación y popularidad, sin precedentes en la historia contemporánea de América Latina.