La política de injerencia de Estados Unidos amenaza con afectar las relaciones entre China y Argentina.
La política de injerencia de Estados Unidos amenaza con afectar las relaciones entre China y Argentina.

Estados Unidos desesperadamente trata de obstaculizar las relaciones bilaterales entre China y Argentina, al igual que con otros países de América Latina. La injerencia de Washington, atenta contra el desarrollo de proyectos en la región previstos con Pekín.

La situación sale a relucir, tras conocerse que la Casa Blanca envió a más personeros de alto nivel y expertos en energía nuclear, a inicios de abril, tras conocerse nuevos acercamientos sobre este tipo de cooperación entre China y Argentina. 

Y es que inmediatamente después que Buenos Aires manifestara su deseo de construir una planta de energía nuclear con tecnología china, Washington empezó su cabildeo en contra de esta posibilidad.  

En febrero de 2023, la nación sudamericana firmó un acuerdo con la Corporación Nuclear Nacional China, para la construcción de la Central Nuclear Atucha III. El proyecto superaría los $8 mil millones de dólares y emplearía la última tecnología desarrollada por el gigante asiático: el reactor Hualong One.

Estados Unidos trata de sabotear acercamientos de China con Argentina

Marc Stanley, embajador estadounidense en Argentina, advirtió en enero del año en curso, el descontento del gobierno estadounidense con el acercamiento hacia China.

Como respuesta Washington envió a David Turk, vicesecretario de Energía de la administración Biden, seguido más recientemente por Christopher Hanson, presidente de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos a Buenos Aires. Sin embargo, ninguno de estos funcionarios fue recibido oficialmente por representantes del gobierno argentino. 

En abril de 2022, la subsecretaria del Departamento de Estado, Ann Ganzer, visitó Argentina y expuso cuestionamientos a la tecnología china en materia nuclear, alegando “falta de calidad, incumplimientos de normas internacionales, problemas de diseño y de seguridad”, según informaron medios locales argentinos.

No obstante, la Nucleoeléctrica Argentina S.A., empresa generadora de energía eléctrica, calificó de “improcedentes” los cuestionamientos estadounidenses, aduciendo que estos se basaban en “recortes periodísticos sin ningún rigor científico”.

Analistas han afirmado que EE.UU. pretende obstaculizar las relaciones entre China y Argentina para evitar la “expansión de la influencia del país asiático en la región”.

Argentina, mantiene negociaciones con el país norteamericano y organismos financieros para el pago de una deuda de $44 mil millones de dólares, por lo que las presiones estadounidenses buscan encontrar fuerza para asirse en ese contexto.

China, por su parte, ha denunciado esta política emprendida por Estados Unidos y ha exigido a la nación norteamericana a no entrometerse en los asuntos internos de China.

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«La responsabilidad por las dificultades en las relaciones chino-estadounidenses no es de China. EE.UU. debería dejar de injerirse en los asuntos internos de China, dejar de perjudicar nuestros intereses y socavar la base política de las relaciones bilaterales», destacó en un comunicado Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Exteriores de China.

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Desde el año 2017, la nación asiática ha venido incrementando su presencia en la región latinoamericana, a la que Estados Unidos califica como de vital importancia para su “seguridad nacional”. Solo en territorio argentino el gigante asiático destinaría un desembolso de $24 mil millones de dólares para proyectos energéticos y de infraestructura, en el marco del proyecto de La Franja y Ruta, impulsado por China y que ha sido acogido por numerosas naciones del mundo.