La nueva Ley de Servicios Digitales impulsada por la Unión Europea, enfatiza que los gigantes tecnológicos no pueden ser "islas" ajenas a lo que los contenidos puedan generar en la sociedad. FOTO: AFP
La nueva Ley de Servicios Digitales impulsada por la Unión Europea, enfatiza que los gigantes tecnológicos no pueden ser «islas» ajenas a lo que los contenidos puedan generar en la sociedad. FOTO: AFP

La Unión Europea ha aprobado la Ley de Servicios Digitales (DSA), que obligaría a plataformas digitales, mercados y “otros servicios” a combatir la desinformación y contenidos ilegales para la protección de los usuarios, lo que ha calificado de “hecho histórico”. Sin embargo, la evidente censura mediática ejecutada ante el conflicto ente Rusia y Ucrania, contradice las intenciones de ese organismo.

En este sentido, recientemente distintos países de la Unión Europea, sacaron de los servicios de televisión digital y de internet a varios medios rusos, en una jornada de censura sin precedentes en la historia mundial.

Pero, ¿En qué se basa la Ley de Servicios Digitales de la UE?

La premisa que supuestamente persigue la Ley es que, “lo ilegal fuera del internet, es ilegal dentro de este”. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha asegurado que el acuerdo “actualizará las reglas básicas para todos los servicios en línea de la UE, además de garantizar que el entorno en línea siga siendo un espacio seguro, salvaguardando la libertad de expresión y las oportunidades para negocios digitales”.

Por otro lado, la Ley establece que, “Google, Meta y otras grandes plataformas en línea tendrán que actuar para proteger mejor a sus usuarios. Europa ha dejado claro que no pueden actuar como islas digitales independientes», según explicó, Dita Charanzova, legisladora europea.

La DSA pretende obligar a las plataformas, incluidas Google, Amazon, Meta, Microsoft y Apple a analizar los riesgos sistémicos que crean, y que lleven a cabo un análisis anual de reducción de riesgos relacionados a contenidos al margen de la Ley, que menoscaben los derechos fundamentales, la manipulación de servicios en detrimento de procesos democráticos y la seguridad pública, sumado a  la información que profundice la violencia de género, tenga efectos adversos en menores de edad y genere consecuencias graves en la salud física o psíquica de las personas.

La nueva legislación penaliza la publicidad dirigida a la niñez o que se origine de datos personales y privados como religión, género, raza y perspectivas políticas o ideológicas. Asimismo, esta prohíbe las tácticas de manipulación engañosa, que se utilizan principalmente para obtener datos confidenciales que luego son suministrados a distintas empresas, es decir, que se tendrá control sobre el algoritmo ejecutado a discreción por las grandes compañías digitales. 

De esta manera, se pretende modificar los modelos de publicidad, la utilización de los sistemas de algoritmo y el respeto a los datos personales de los usuarios; lo que reduciría la manipulación sistemática y masiva de la sociedad en su conjunto, en todos los campos cotidianos incluyendo políticos y económicos.

Doble discurso de la Unión Europea

Analistas en geopolítica, han criticado las posturas de distintos países que pertenecen a la Unión Europea sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, por considerarlas contrarias a la libertad de expresión y de la información.

En Reino Unido, varios maestros de universidades fueron citados y cuestionados por compartir y divulgar información contraria a la postura oficial de ese país, de apoyo al gobierno de Vladímir Zelenski. El Presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de los Comunes (Cámara Baja del Parlamento británico), Robert Halfon, catalogó a dichos maestros como “idiotas útiles de las atrocidades de Putin”, y pidió que se contactara a las autoridades de dichas universidades para que los maestros fueran despedidos.

Asimismo, la Unión Europea violó su propia política de no enviar armas a países en conflicto, al asignar un presupuesto de 500 millones de euros del “Fondo Europeo para la Paz”, para proveer a Ucrania de armamento letal. Del total, solo 50 millones de euros constituían ayuda no letal.

El dominio cognitivo es el nuevo "espacio de competición" más allá de los terrestres, aéreos, marítimos, cibernéticos y espaciales. FOTO: Innovation Hub/OTAN
El dominio cognitivo es el nuevo «espacio de competición» más allá de los terrestres, aéreos, marítimos, cibernéticos y espaciales. FOTO: Innovation Hub/OTAN

Occidente y la guerra cognitiva

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), conformada por casi la totalidad de los países de la Unión Europea, ha iniciado a hacer énfasis en el término “guerra cognitiva” o “cognitive warfare”, como la nueva modalidad defensiva y ofensiva para llevar a cabo sus objetivos, donde el principal campo de batalla se encuentra en los medios de comunicación y plataformas de información digital.

Si bien las acciones se ejecutan para tener un efecto sobre el dominio humano, el objetivo de la guerra cognitiva es convertir a todos en “arma”, señala el documento “Cognitive Warfare”, del Innovation Hub, que se autodefine como el “motor de la red de innovación de la OTAN”.

“El cerebro será el campo de batalla del siglo XXI”, enfatiza el informe. “Los seres humanos son el dominio en disputa y es probable que los conflictos futuros entre las personas ocurran primero digitalmente y después físicamente en las proximidades de los centros de poder político y económico. El objetivo de la guerra cognitiva es dañar a las sociedades y no solo a las fuerzas armadas”, señala.

Destacado: ¿Cuáles son las razones del conflicto entre Rusia y Ucrania?

Quizás uno de los casos más destacables sobre el doble discurso de libertad de expresión y transparencia es el caso del programador y periodista australiano, Jullian Assange. El juez británico Paul Goldspring, finalmente firmó la solicitud de extradición a EE.UU. de Assange, quien podría recibir una condena de 175 años de prisión por haber revelado miles de documentos que prueban las graves violaciones de Derechos Humanos cometidas por Estados Unidos, en las últimas guerras que ha desencadenado.

El acuerdo político alcanzado por el Parlamento Europeo y el Consejo está ahora sujeto a la aprobación formal de los dos colegisladores. Una vez adoptado, el DSA será directamente aplicable en toda la UE y se aplicará quince meses o a partir del 01 de enero de 2024, lo que sea posterior, después de la entrada en vigor. En lo que respecta a las plataformas en línea muy grandes y los motores de búsqueda en línea muy grandes, el DSA se aplicará a partir de una fecha anterior, es decir, cuatro meses después de su designación.

¿Combatirá la nueva Ley europea toda clase de desinformación o se encamina a censurar aún más a sus ciudadanos, para evitar que se conviertan en “idiotas útiles” de todo lo que “amenace” sus intereses regionales?