El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instó a la renovación de fondos para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), mientras enfrenta una campaña de desprestigio impulsada por Israel.
En este sentido, el gobierno israelí inició una campaña contra la entidad de la ONU, acusando a funcionarios de participar en el ataque del 7 de octubre en Gaza, aunque Hamás negó la implicación del personal de la UNRWA.
Guterres hizo un llamado a Estados Unidos, Reino Unido y otros países para que no suspendan la financiación de la UNRWA, subrayando la necesidad de satisfacer las urgentes demandas de las poblaciones a las que sirve.
«Estas decisiones amenazan nuestro trabajo humanitario actual en la región, incluyendo especialmente la Franja de Gaza», apostilló el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini.
Asimismo, el alto representante de la UNRWA agregó que dicha organización es «la agencia humanitaria principal en Gaza», y más de 2 millones de palestinos dependen de su ayuda.
Crisis inminente para civiles en Gaza
De igual forma, Guterres hizo un fuerte llamado a los Gobiernos que suspendieron sus contribuciones para garantizar al menos la continuidad de las operaciones de la UNRWA.
El secretario de la ONU destacó que, la financiación actual no “permitirá cumplir con todos los requisitos” para apoyar a los dos millones de civiles en Gaza que dependen críticamente de la ayuda de la UNRWA para su supervivencia diaria, advirtiendo que la situación podría volverse más precaria en febrero.
Puedes leer: Más de 26 mil palestinos asesinados por bombardeos de Israel
Guterres resaltó que los numerosos hombres y mujeres que trabajan para la UNRWA, muchos de ellos en situaciones peligrosas, no deberían ser penalizados por actos que no cometieron.
Te puede interesar: La doble moral de EE.UU. ante el conflicto en Gaza
Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Australia, Canadá, Finlandia y Países Bajos suspendieron la financiación, mientras que Irlanda y Noruega manifestaron su intención de mantener la asistencia económica.