Las redes sociales han sido ampliamente defendidas en el mundo occidental como plataformas esenciales para la libertad de expresión. Sin embargo, en los últimos tiempos, se han implementado una serie de leyes en países como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea que otorgan a los Estados la capacidad de supervisar y censurar contenido que sea considerado perjudicial para el orden y la paz.

En el caso de Francia, las políticas previas de multas y arrestos contra influencers y figuras de las redes sociales que no cumplen con los estándares de buena conducta del Ministerio de Economía han sido motivo de controversia.

Por su parte, el Reino Unido ha estado involucrado en arrestos relacionados con discursos de odio y falta de respeto hacia la monarquía. Sin embargo, la polémica más reciente se centra en su proyecto de ley para la seguridad en línea, el cual tiene como objetivo regular el contenido en internet que pueda resultar dañino o peligroso para personas de todas las edades, incluidos menores de edad y adultos.