El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una intervensión armada en Haití a pesar del rechazo de organizaciones populares, que denunciaron al gobierno haitiano por mantener una convivencia con las pandillas que generan el caos, para justificar la invasión.
En una carta abierta que emitieron los países de la Unión Africana (UA), a inicios de agosto, se resaltó sobre las pretensiones de la intervención armada en Haití que “los países africanos no deben ser utilizados como instrumentos para las antiguas potencias coloniales, ahora transformadas en potencias imperialistas, que supuestamente están involucradas en un proyecto criminal para desestabilizar Haití y sabotear sistemáticamente su soberanía”.
En ese contexto, se mencionó específicamente la ocupación estadounidense-ONU como una fase realmente peligrosa, en este proceso de intervención militar por parte de diversas naciones.
En una artículo publicado por la Brigada Internacionalista Jean Jaques Dessalines, se senaló que “el aumento del control territorial por parte de grupos milicianos, especialmente en la región de Puerto Príncipe, ha venido provocando una ola de violencia en estos territorios; cientos de casas fueron incendiadas y muchas familias buscaron refugio en plazas o donde fuera posible. No hay apoyo estatal para estas familias, así como tampoco hay acción estatal para frenar el avance de las pandillas en el área metropolitana”.
A finales de marzo del 2023, Luz Eneida Mejía, en representación de una comisión de más de 30 organizaciones políticas que en la embajada de Haiti en República Dominicana entregaron un pronunciamiento en rechazo a la intervención, expresó: “Consideramos oportuno reafirmar en este día nuestra solidaridad con el hermano pueblo haitiano, que enfrenta las secuelas de malos gobiernos y la conspiración intervencionista de las potencias imperialistas”.
La ONU justifica estas acciones basándose en la supuesta necesidad de abordar la violencia desenfrenada de las pandillas, que ha tenido un impacto significativo en la vida de los ciudadanos haitianos.
Consejo de Seguridad de la ONU aprueba misión militar en Haití
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, compuesto por 15 miembros, votó a favor de autorizar una misión de seguridad destinada a proteger infraestructuras críticas como aeropuertos, puertos, escuelas, hospitales e intersecciones de tráfico clave. Esta misión también llevará a cabo «operaciones selectivas» en colaboración con la Policía Nacional de Haití.
El gobierno de Kenia ha anunciado su deseo de desplegar al menos 1000 efectivos de seguridad como parte de la misión multinacional en Haití, con expectativas de que otras naciones contribuyan con recursos de magnitud similar. La resolución correspondiente de las Naciones Unidas fue aprobada con 13 votos a favor, mientras que Rusia y China se abstuvieron.
La iniciativa de desplegar una fuerza multinacional en Haití fue propuesta por António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, en respuesta a la ruptura del orden y la ley en el país.
En ese sentido, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, explicó que la propuesta surge tras el control de pandillas sobre puertos y depósitos de combustible.
«Estamos pidiendo a los Estados miembros que envíen a sus propios ciudadanos a un entorno muy difícil y desafiante, con un riesgo real de vida o muerte. Entendemos que esto podría llevar mucho tiempo y conlleva implicaciones políticas y logísticas», señaló Dujarric.
Misiones anteriores de la ONU agudizaron problemas en Haití
Desde octubre de 2022 hasta junio, alrededor de 3,000 personas perdieron la vida en Haití, según informes de las Naciones Unidas, coincidiendo con la toma de control de extensas áreas del país por parte de pandillas, especialmente en Puerto Príncipe, la capital. Muchos vecindarios han sido evacuados debido a la ola de asesinatos, secuestros y extorsiones generalizadas.
La decisión del Consejo de Seguridad de la ONU se produce después de que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, solicitara una fuerza de este tipo para hacer frente a la creciente violencia en el país.
Sin embargo, Sandra Kanety, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al analizar los últimos 20 años, argumentó que las cinco misiones de la ONU en Haití solo empeoraron la situación en todos los niveles del país caribeño.
Igualmente, se ha documentado que la violencia en Haití se ha exacerbado como resultado de la introducción de armas y drogas por parte de las tropas de las misiones de paz.
“Las operaciones de paz han llevado a la introducción de armas y drogas previamente inexistentes, así como a la ocurrencia de violaciones y otras crisis humanitarias”, detalló Kaney.
Además, se señalan violaciones a mujeres, nacimientos de niños por violaciones de cascos azules y la aparición del cólera en la isla, según la investigación realizada por las catedráticas británicas, Sabine Lee y Susan Bartels: «Te ponen unas cuantas monedas en las manos para dejar caer a un bebé en ti» – 265 historias de niños haitianos abandonados por los padres de la ONU.
Haití marcado por la intervención prolongada de la ONU
En este sentido Haití, durante la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), fue el escenario de la comisión más prolongada en la historia de estos mecanismos, desde su inicio el 1 de junio de 2004 hasta su conclusión en octubre de 2017.
Durante esta extensa misión, existen registros que el país experimentó intervenciones por parte de gobiernos, organismos internacionales y organizaciones civiles extranjeras, lo que generó crisis políticas y económicas continuas.
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Kanety destacó que existe una intervención disfrazada de ayuda humanitaria, que en realidad no deja de ser una intervención, con una lógica de hacer creer que los países africanos, de Medio Oriente y asiáticos necesitan ser estabilizados y pacificados mediante el despliegue de tropas militares.
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En 2022, a través de protestas también distintos sectores de la población haitiana expresaron su rechazo a una posible intervención extranjera y solicitaron la renuncia del primer ministro de la nación caribeña.
