El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, aseguró que, en la actual dinámica internacional, mientras el mundo se torna cada vez más multipolar, el multilateralismo parece estar en retroceso.
Las afirmaciones del personero de la Unión Europea, en cuanto a la situación que enfrenta la diplomacia global, las realizó durante una ponencia en la Universidad de Nueva York, Estados Unidos.
Multipolaridad y la declinación del multilateralismo
El diplomático europeo enfatizó que: “El aumento en el número de actores globales debería teóricamente impulsar un fortalecimiento de las reglas internacionales, pero en cambio, vivimos en un mundo cada vez más multipolar donde las normas que regulan el mundo se debilitan”.
Además, en sus declaraciones Borrell señaló la evolución de la dinámica global y cómo la actual estructura del orden mundial, según él, no refleja adecuadamente la realidad contemporánea, especialmente en el contexto del Sur Global.
“El nuevo mundo multipolar se caracteriza también por una creciente demanda de soberanía e identidad. Especialmente en el llamado Sur Global, aunque es un grupo muy heterogéneo de países”, aseguró el representante.
Asimismo, Borrell detalló que «China no existía económicamente, ni en África, ni en Sudeste Asiático, incluso en América Latina, la capacidad política de muchos países que hoy son muy importantes, en ese momento no lo eran y es por eso que pidieron reconocimiento, y dijeron que ese orden mundial no representa al mundo como es”.
En ese sentido, aseguró que tarde o temprano, deberá entenderse que se tendrán que reformar las instituciones financieras y políticas, para adaptarse a la nueva situación del mundo.
Los tres componentes de la multipolaridad
El diplomático precisó tres dinámicas para configurar la actual multipolaridad. En primer lugar, una distribución más equitativa de la riqueza global; en segundo lugar, la determinación de los Estados por afirmar sus intereses estratégicos e ideológicos; y, en tercer lugar, el auge de un sistema internacional basado en acuerdos bilaterales en lugar de normas globales.
Igualmente, Borrell resaltó el papel preponderante de China en esta nueva dinámica y cómo esto está reconfigurando las relaciones globales en torno a Washington y Pekín, que ahora representan más del 40 % de la riqueza mundial.
Por otro lado, Borrell expresó su preocupación sobre la falta de consenso internacional, en una época en que la necesidad de regulación global es más apremiante que nunca.
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El político europeo señaló un estancamiento en la seguridad internacional y la ineficacia del Consejo de Seguridad de la ONU en varios conflictos, así como la falta de progreso en reformar dicho Consejo.
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Borrell concluyó destacando la necesidad de encontrar soluciones a esta compleja situación global, y subrayó que la estabilización del equilibrio de poder entre actores dominantes, podría ser un factor determinante en el futuro de las relaciones internacionales.
