El arresto del influencer ucraniano, Anatoli Sharí, ha expuesto el debate internacional sobre su caso.
El arresto del influencer ucraniano, Anatoli Sharí, ha expuesto el debate internacional sobre su caso.

La detención efectuada por las autoridades de España en contra del político, bloguero, youtuber e influencer ucraniano, Anatoli Sharí, ante una orden internacional de captura solicitada por Ucrania, ha despertado un debate internacional sobre la censura y pormenores que existen en este caso.    

Sharí ha sido acusado por Ucrania de alta traición e incitación al odio interétnico, sumado a ser etiquetado como un “prorruso”, todo debido al contenido que este ha publicado en redes sociales, principalmente en su canal de YouTube que cuenta con millones de seguidores.

En ese contexto, el debate se ha profundizado, y los grandes monopolios de comunicación europeos han sido criticados por silenciar ante el arresto del influencer ucraniano.

La versión de Sharí ha sido censurada por la prensa del viejo continente que ha dado una ínfima cobertura al caso, evidenciando un doble rasero sobre la supuesta defensa de las libertades, que con tanto ahínco, realiza contra otros países que no se alinean a sus intereses políticos y económicos.

¿Qué hay detrás del arresto y posible extradición del ucraniano, Anatoli Sharí?

Sharí, nacido en Ucrania, huyó de su tierra natal hacia España en 2012, asilado por la Unión Europea, tras recibir amenazas de muerte por sacar a la luz pública un sinnúmero de casos de corrupción, ejecutados por las autoridades de la nación eslava.  

Sin embargo, continuar desde España criticando la política de Kiev, y evidenciar sus nexos en actos de corrupción, narcotráfico y crimen organizado, culminaron con el arresto del influencer. La acción de las autoridades españolas, ha sido rechazada por los más de 3 millones de seguidores que tiene el ucraniano.

Te puede interesar: La contradictoria Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea

Asimismo, la detención del periodista, inmediatamente, cuestionó el supuesto sistema democrático de España; además de imponer la censura y querer callar las voces críticas contra las tropas neonazis y el Gobierno de Zelenski.

El 4 de mayo, el Servicio de Seguridad de Ucrania a través de un comunicado, informó que “las fuerzas del orden españolas”, habían detenido al influencer, pero posteriormente fue puesto en libertad bajo fianza, con la orden de presentarse periódicamente a los juzgado a la espera de un proceso judicial que podría culminar con su extradición.

Más de una década de denuncia contra el Gobierno de Ucrania

Entre 2008 y 2011, Sharí difundió una serie de documentos y artículos que hacían serias revelaciones sobre la delincuencia organizada en Ucrania.

Sumado a esto, en 2011 hizo públicas distintas investigaciones sobre la presunta protección que da el Departamento de Lucha contra el Narcotráfico a esta actividad ilícita en el país.

La acción generó un gran debate público en el país, llegando a la destitución de importantes cargos del Gobierno, entre ellos funcionarios de alto rango del Ministerio del Interior.

El Gobierno de Ucrania, en represalia, abrió dos causas penales contra el influencer. Sharí, las consideró “inventadas”, y señaló a las autoridades ucranianas de darle “persecución”.

Sharí ha sido un crítico directo del presidente Zelenski, a quien llegó a acusar de “asesino”. Posteriormente, el bloguero fundó su propio partido político, llamado Partido Sharí, el cual fue interrumpido, tras registrarse el Operativo Militar Especial de Rusia.  

Su caso, incluso ha sido comparado con el del fundador de Wikileaks, Julian Assange, entregado por autoridades del Reino Unido, para ser enjuiciado por revelar documentos que exponen todo el sistema de corrupción y crímenes de lesa humanidad de los Estados Unidos. 

Las acciones contra Sharí, han puesto al descubierto el doble discurso de la Unión Europea, sobre todo porque el mismo consorcio le concedió el asilo político, ante las pruebas que presentó donde incluso su vida corría peligro. Sin embargo, en el actual contexto de conflicto armado entre Ucrania y Rusia, el influencer se ve envuelto en serios mecanismos de censura, coartando su libertad de expresión por denunciar los crímenes del gobierno ucraniano.