El oro ha alcanzado su nivel máximo histórico, beneficiado por las expectativas de posibles recortes de las tasas de interés de la Reserva Federal (FED) y por las incertidumbres económicas en Estados Unidos.
El precio de la onza de oro ha experimentado un incremento del 1.27 %, llegando a alcanzar los 2,140.20 dólares y superando su récord anterior a principios de diciembre, cuando alcanzó los 2,135.39 dólares la onza.
Analistas económicos como Sergio Ávila, han atribuido este aumento a «una combinación de factores», destacando particularmente las expectativas de un potencial recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU.
Esto se sustenta en indicadores económicos recientes, como la disminución del gasto en construcción y la caída en la confianza del consumidor, que han alimentado la especulación sobre una posible reducción de las tasas en los próximos meses.
La posibilidad de un recorte de las tasas en junio ya ha generado un repunte en los precios días atrás. Además, ha habido una repercusión en los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos años, que han experimentado una caída del 0.23 % en cuestión de días, llegando a ubicarse en el 4.56 % a principios de esta semana.
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“La forma más segura de utilizar el oro como cobertura de inflación es adquiriendo físico monedas o barras”, apostilló Kirill Zagalsky, director ejecutivo de Advantage Gold.
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Ricardo Evangelista, analista de ActivTrades, ha señalado que «las preocupaciones sobre las perspectivas económicas mundiales, las tensiones geopolíticas y el cambio en las expectativas sobre los recortes anticipados de las tasas de interés impulsaron una mayor demanda del metal precioso, lo que llevó a una trayectoria ascendente en los precios».
