Las muertes son un efecto adjudicado a la guerra que vive la región, y que además limita el acceso del agua potable, educación y comida.
Las muertes son un efecto adjudicado a la guerra que vive la región, y que además limita el acceso del agua potable, educación y comida.

Más de 11 mil niños, han resultado asesinados o mutilados como resultado de la guerra en Yemen, que ha tenido una escalada desde 2015 y donde han intervenido países como Estados Unidos, Reino Unido e incluso Francia, y que ha tenido como consecuencia un promedio de 4 muertes infantiles por día, detalló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

En conformidad al informe presentado por UNICEF, la directora ejecutiva, Catherine Russell, denunció este hecho como “una de las peores crisis humanitarias del mundo”.

“Para que los niños de Yemen tengan alguna posibilidad de un futuro decente, las partes en conflicto, la comunidad internacional y todos aquellos con influencia deben asegurarse de que estén protegidos y apoyados”, escribió Russel, a través de su cuenta de Twitter.

Además de las muertes, el informe detalla que “casi ocho años después de la escalada del conflicto, más de 23,4 millones de personas, incluidos 12,9 millones de niños, necesitan asistencia humanitaria y protección: casi las tres cuartas partes de la población total”.

Por otro lado, el documento destaca que al menos 2.2 millones de niños en Yemen se encuentran con problemas de desnutrición, “incluidos casi 540.000 niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda grave y luchan por sobrevivir”.

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De acuerdo al escrito, y con la probabilidad de que estas cifras sean mucho más altas, entre marzo de 2015 y el 30 de septiembre de 2022, los más de 11 mil niños que han resultado muertos o mutilados, se separan en 3,774 niños asesinados; 7,245 niños heridos, además de 3,995 reclutados para los combates o en los puestos de control.

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La guerra comenzó desde 2014, pero un año después tuvo una escalada sin precedentes, cuando los sunitas, que están conformados en su mayoría por países árabes y se encuentran financiados por Estados Unidos, Reino Unido y Francia; realizaron ataques aéreos en contra de los hutíes con el objetivo declarado de restaurar el gobierno de Hadi.

El resultado de tales hechos, ha sido la muerte de miles de personas en combate, por enfermedades, falta de acceso al agua potable y desnutrición.