Las autoridades en Mindanao, en el sur de Filipinas, alertaron sobre la posibilidad de un tsunami de magnitudes devastadoras, tras el terremoto de 7,6 que estremeció el territorio.
“Se espera un tsunami destructivo con olas de alturas potencialmente mortales”, detalló el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología.
Evacuación de habitantes de zonas costeras
Sin embargo, el Servicio de Alerta de Tsunami del Pacífico precisó que “basados en toda la información disponible, la amenaza de tsunami por este terremoto ha concluido”, pero advirtió: “Manténgase alerta y tenga precaución si está cerca del mar”… “Pueden ocurrir fluctuaciones menores del nivel del mar en algunas zonas costeras cerca del terremoto durante las próximas horas”.
En este sentido, el departamento filipino de sismología Phivolcs aún mantiene la alerta sobre la llegada de olas de “más de un metro por encima de la marea normal o incluso mayores en zonas cerradas como bahías y estrechos”. Asimismo, solicitó a los habitantes de las zonas costeras de las provincias de Surigao del Sur y Davao Oriental evacuar sus hogares.
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Además, la institución de sismología informó que las “primeras olas deberían haber llegado entre las 22:37 y las 23:59 hora local (GMT +8) y el oleaje podría durar varias horas”, según medios locales.
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El terremoto que dejó cuantioso daños materiales, pero sin pérdidas humanas, se originó a una profundidad de 32 kilómetros (20 millas) a las 22:37 hora local (1437 GMT) a unos 21 kilómetros al noreste del municipio de Hinatuan, en la provincia de Surigao del Sur, en la isla de Mindanao, según el Servicio Geológico de Estados Unidos
