El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a los gobiernos europeos de alimentar una campaña antirrusa para justificar el incremento de sus presupuestos militares.
“Estamos presenciando cómo Europa ha enloquecido de furia —no encuentro otro término más preciso—, al punto de que hay hasta un juego de palabras: Hoy (los europeos) forman parte de un ‘bochorno’ internacional contra la Federación de Rusia”, declaró Lavrov.
De igual manera, denunció que los líderes europeos aplican tácticas de propaganda comparables a las utilizadas por el régimen nazi para infundir miedo entre sus ciudadanos, haciendo creer que Rusia representa una amenaza existencial.
“Por todos los medios manipulan a sus pueblos”, haciendo creer que “Rusia es un enemigo eterno, una amenaza existencial, que Rusia está a punto de atacar a Europa”, indicó Lavrov.
Según el canciller ruso, con esta narrativa buscan desviar la atención pública de los problemas internos de Occidente, como la desindustrialización, la crisis económica y el malestar social.
En consecuencia, acusó a los países europeos de priorizar el gasto militar en lugar de atender las necesidades sociales de sus poblaciones, afirmando que esta política no sólo es peligrosa, sino que repite errores históricos.
En ese sentido, advirtió sobre el peligro de un resurgimiento ideológico que emule las ambiciones del Tercer Reich.
“Cuando los descendientes de aquellos alemanes (…) exhiben con orgullo exigencias al estilo del ya ‘Cuarto Reich’, esto, por supuesto, lleva a pensar que no se puede permitir un resurgimiento semejante del nazismo”.
