Dos seguidores de Donald Trump, Joe Biggs y Zachary Rehl, del grupo Proud Boys, han sido condenados por Estados Unidos a 17 y 15 años de prisión, respectivamente, por su participación en la toma del Capitolio, ocurrida en Washington D.C., el 6 de enero de 2021.
En aquel día trascendental, aproximadamente 10,000 personas, en su mayoría partidarios del entonces presidente Donald Trump, se congregaron frente al Capitolio como acto de protesta.
Cerca de 800 personas ingresaron al edificio, lo que resultó en cinco víctimas mortales y en imágenes que quedaron grabadas en la historia de Estados Unidos. Ahora, la Corte norteamericana ha asumido la responsabilidad de llevar a cabo acciones legales.
Sentencias a los líderes de los Proud Boys
Las sentencias impuestas a Biggs y Rehl representan la segunda y tercera más largas, hasta la fecha, relacionadas con los acontecimientos del 6 de enero. Ambos líderes de los Proud Boys afirmaron que simplemente seguían las instrucciones de Trump, y también se les atribuyó responsabilidad por la violencia ejercida por otros manifestantes.
Biggs y Rehl eran miembros del autodenominado «Ministerio de Autodefensa» de los Proud Boys, a través del cual establecieron una estructura de mando, reclutaron miembros y planearon la ejecución del asalto al Capitolio, según informó el Departamento de Justicia en un comunicado.
En mayo, Rehl, Biggs, Ethan Nordean y el líder de los Proud Boys, Enrique Tarrio (de origen cubano), fueron declarados culpables de conspiración para cometer sedición. La fiscalía había solicitado una pena de 30 años de prisión para Rehl y 33 años para Biggs.
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Hasta el momento, más de 1,100 individuos han sido detenidos y encausados debido a su participación en los disturbios. De estos, más de la mitad ya han sido juzgados y la mayoría ha sido condenada a penas de prisión.
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Uno de los veredictos más contundentes se dictó en el caso de Stewart Rhodes, el fundador de la milicia de extrema derecha conocida como Oath Keepers. Rhodes fue declarado culpable de sedición y sentenciado a 18 años de prisión.