Las ventas de petróleo de Irán han registrado un amplio aumento, llegando a su nivel más alto en los últimos cinco años, lo que representa un nuevo récord en las exportaciones del crudo iraní.
En 2022, las exportaciones aumentaron aproximadamente un 50 %, llegando a alrededor de 1.29 millones de barriles por día, destacando la robustez de la actividad petrolera iraní en medio del conflicto en Asia Occidental, según reportes del seminario japonés Nikkei Asian Review.
De acuerdo con la información proporcionada, la gran mayoría de las exportaciones de petróleo de Irán se dirigieron a China, consolidando aún más la relación comercial entre ambos países en el ámbito energético.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) informó que la producción diaria de petróleo en Irán en 2023 alcanzó los 2.99 millones de barriles, un aumento de 440,000 barriles en comparación con 2022, marcando también la cifra más alta desde 2018.
Las sanciones no detienen el crecimiento en Irán
Estas cifras positivas, se producen a pesar de las sanciones impuestas en 2018 por Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, tras retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA por sus siglas en inglés).
De esta manera, la AIE pronostica un aumento adicional de aproximadamente 160,000 barriles diarios en la producción de crudo iraní para todo periodo del año 2024.
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El crecimiento constante de la demanda china ha sido un impulsor clave para que Irán aumente su producción de petróleo, con numerosas refinerías chinas adquiriendo cantidades significativas de crudo iraní.
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De acuerdo con la información recopilada y analizada por la firma de investigación europea Kpler, aproximadamente el 90 % de las exportaciones de crudo provenientes de Irán fueron destinadas a China, fortaleciendo la posición de este país asiático como un socio estratégico en el ámbito petrolero.
