Estados Unidos se enfrenta a una de las peores crisis económicas de la historia del país norteamericano, tras el quiebre de importantes bancos, y ante la inflación que avizora una recesión sin precedentes.

Distintos analistas, prevén la decadencia del sistema económico, dentro del territorio nacional y a nivel global, en un contexto financiero poco favorecedor para Washington.

La situación ha afectado la política estadounidense, ante el desplome de su economía, que pone a tambalear a las naciones aliadas a la Casa Blanca.