La división de los territorios palestinos está segmentada en dos áreas: la Franja de Gaza y Cisjordania. Esta división de los territorios palestinos se ha debido a conflictos históricos y factores geopolíticos, con Israel ejerciendo control y ocupación militar sobre estas regiones.

La importancia de Cisjordania radica en su valor histórico y religiosa, especialmente en relación con Jerusalén, un lugar sagrado para cristianos, musulmanes y judíos.

Jerusalén ha sido un punto focal de conflictos, guerras y ocupación, particularmente después de que Israel anexionara Jerusalén Este en 1967, declarándola su capital en 1980, una acción no reconocida internacionalmente.