Archivo / Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, OEA.
Archivo / Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, OEA.

¿Cómo es que la credibilidad de la Organización de Estados Americanos, OEA, se encuentra en decadencia?

La Organización de los Estados Americanos (OEA), fue creada en 1948, con el fin de “promover la paz, la justicia, la democracia y la solidaridad”, sin embargo, son más los países del mundo que cuestionan el papel de esta institución, por estar al margen de esos objetivos.

Varios mandatarios y líderes latinoamericanos han realizado duras críticas a la OEA, uno de ellos es el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que “no debe descartarse la sustitución de la OEA, por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie”.

Por su parte, el expresidente de Bolivia,  Evo Morales, cuestionó que “habría que cambiarle el nombre a la OEA, en vez que se llame Organización de Estados Americanos, debería de ser, Organización de Estados del Norte”, por su rol sesgado en la política internacional.

Luis Almagro, Secretario General de la OEA.
Luis Almagro, Secretario General de la OEA.

Y es que, no es la primera vez que el organismo continental, representado por su secretario general, Luis Almagro, se posiciona en el hilo de la crítica internacional, por alinearse fielmente a la lógica geopolítica estadounidense y por no vacilar con su actitud injerencista en los asuntos internos de gobiernos progresistas.

En entrevista a JP+, el analista Internacional y Director del Consejo de Asuntos Hemisféricos, Patricio Zamorano, dijo que “la OEA históricamente ha sido criticada por un sector u otro, pero en este último tiempo bajo la administración de Luis Almagro, la OEA lejos de ser un puente de diálogo o de encuentro, se ha transformado en portavoz de una agenda muy particular, muy específica que en este caso es la agenda de los Estados Unidos.

Patricio Zamorano, analista Internacional y Director del Consejo de Asuntos Hemisféricos
Patricio Zamorano, analista Internacional y Director del Consejo de Asuntos Hemisféricos

La lealtad de la OEA hacia los intereses políticos de Washington, datan desde hace muchos años atrás. Cuba es el vivo ejemplo de ello, pues en 1962, se convirtió en el primer país expulsado del organismo internacional, por ser un país con “ideales comunistas”, y porque según, estos eran “incompatibles” con los “objetivos” del sistema. Y a pesar que La Habana fue reintegrada 47 años después, está nunca llegó a incorporarse.

Pero el desacredito de la institución internacional continuó en escalada por ser muy evidente con su obstinada obsesión de atacar e intervenir en los asuntos internos de países de la región, como en el caso de Venezuela. Algo que esta nación decidió no seguir tolerando, y la convirtió en la primera de la historia, en abandonar de manera voluntaria este organismo.

 En 2019, aconteció el detonante que demostró descaradamente el sesgo geopolítico, con el que este ente continental, visiona los “derechos humanos y la democracia” selectivamente, el haber avalado un golpe de Estado en Bolivia.

Zamorano recalcó que “la OEA cumplió un pésimo papel cambiando la historia de Bolivia por un año, hay que recordar que hubo un golpe de Estado contra Morales, y un gobierno de facto durante un año, y un año después se elige nuevamente al sector de Evo Morales como presidente, entonces la OEA quedó muy debilitada nuevamente en ese sentido”.

Dicho todo esto, ¿habrá garantía de veracidad hacia la OEA?

Nicaragua, recientemente celebró sus elecciones presidenciales y legislativas, desarrolladas bajo los estándares democráticos internacionales, y a como lo manda su Constitución. El proceso del país centroamericano, ha sido atacado por este organismo internacional, a pesar de contar con el respaldo de más de 230 especialistas electorales que acompañaron la jornada cívica. 

Conferencia de Prensa de los acompañantes internacionales de las Elecciones Nicaragua 2021.
Conferencia de Prensa de los acompañantes internacionales de las Elecciones Nicaragua 2021.

Becca Mohally Renk, una acompañante en el proceso electoral nicaragüense, proveniente de Estados Unidos, indicó que “la injerencia que se ha visto de parte de mi país, los Estados Unidos, es muy problemático, y en mi opinión, mi país, mi presidente Joe Biden, debe de respetar y reconocer los resultados de esta elección que fue muy democrática”.

Ante las agresiones injerencistas en contra de la nación centroamericana, esta anunció su salida definitiva del organismo internacional, convirtiéndose en el segundo país después de Venezuela que se retira por decisión propia, en defensa de la dignidad y autodeterminación.

Luego que los poderes Legislativos, Judicial y Electoral de Nicaragua, sugirieran al Presidente Daniel Ortega, la denuncia de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), por acciones “injerencistas”, el gobierno nicaragüense hizo oficial, el 19 de noviembre, su renuncia y desvinculación de ese organismo.

 “Me dirijo a usted para notificarle oficialmente nuestra indeclinable decisión de denunciar la Carta de la Organización de los Estados Americanos, OEA, conforme a su Artículo 143 que da inicio al retiro definitivo y renuncia de Nicaragua a esta organización”, manifestó de manera contundente el comunicado leído por el Canciller de Nicaragua, Denis Moncada.

Lo cierto es que, las acciones contra la soberanía e independencia de los países de América Latina y el Caribe, por parte de la OEA, ha impulsado a presidentes y organismos consolidados en la región, se postulen como las nuevas rutas de fortalecimiento de la integración latinoamericana. 

Con el panorama en el mundo apuntando al multilateralismo ¿Se acerca acaso la extinción de la OEA?