La exceptiva de vida en la población en Estados Unidos ha experimentado un declive en los últimos años, marcado por un incremento en la tasa de mortalidad prematura, principalmente atribuible a enfermedades crónicas, según un estudio.
Realizado por The Washington Post tras una investigación de un año de duración, el estudio incluyó entrevistas con médicos, pacientes y el minucioso análisis de registros de defunción de todos los condados del país en décadas recientes.
La caída de la expectativa de vida en Estados Unidos
La investigación señala que uno de los principales desafíos es el creciente número de muertes prematuras en adultos, debido a enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes.
Aunque Estados Unidos alguna vez estuvo en el medio del grupo de naciones ricas en cuanto a la expectativa de vida, ahora se encuentra en una posición atípica y sigue quedándose rezagado, con una disminución que ha llevado este índice de 78.9 años en 2014 a 76.4 en 2021.
Es relevante destacar que en aproximadamente el 25 % de los condados, principalmente en el sur y el medio oeste, las personas de entre 35 y 64 años están experimentando tasas de mortalidad significativamente mayores que hace 40 años. Este grupo etario está siendo afectado por enfermedades crónicas de manera desproporcionada, superando en mortalidad a todas las sobredosis, homicidios, suicidios y accidentes automovilísticos combinados.
Los profesionales médicos y académicos consultados durante la investigación del medio de comunicación estadounidense, atribuyen este preocupante panorama a diversos factores, que van desde la falta de atención preventiva y el enfoque en el tratamiento, hasta el impacto del racismo en la salud.
Asimismo, los trabajadores de la salud advierten que los avances en medicina, nutrición y tecnología se ven opacados, entre otros problemas, por la pobreza, la desconfianza en el sistema médico, las tendencias en las redes sociales y las dietas poco saludables basadas en alimentos altamente procesados.
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Además, el estudio resalta que estas muertes prematuras subrayan la creciente desigualdad en el país. En la última década, la brecha en la probabilidad de muerte entre habitantes de comunidades más pobres y ricas ha aumentado drásticamente, llegando al 49 %, y se ha elevado al 61 % durante la pandemia de la Covid-19.
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Según el informe, esta crisis de mortalidad es una manifestación extrema de un deterioro subyacente de la salud y la falta de respuesta efectiva del sistema de atención médica.
