El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, realizó una visita oficial a Moscú para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, como parte de una «misión de mantenimiento de paz» para discutir diversos temas de interés mutuo.
Orbán subrayó la importancia de la iniciativa declarando: «No se puede llegar a la paz desde un cómodo sillón en Bruselas. Incluso si la Presidencia rotatoria de la UE no tiene mandato para negociar en nombre de la UE, no podemos sentarnos y esperar a que la guerra termine milagrosamente. Seremos una herramienta importante para dar los primeros pasos hacia la paz. De esto va nuestra misión».
Durante el encuentro, Putin destacó: «Entiendo que esta vez usted ha venido no sólo como socio de larga data, sino también como presidente del Consejo Europeo».
Asimismo, el presidente ruso expresó su deseo de «intercambiar opiniones sobre las relaciones bilaterales en esta difícil situación» y abordar «las perspectivas de desarrollo de la mayor crisis europea», refiriéndose a la situación en Ucrania.
En este sentido, esta visita marca el primer viaje de Orbán a Moscú desde septiembre de 2022, cuando asistió al funeral de Mijaíl Gorbachov, último presidente de la URSS.
Reacciones de la Unión Europea
Esta reunión tiene lugar en un contexto de intensas críticas por parte de la Unión Europea (UE), coincidiendo con la reciente asunción de Hungría de la presidencia rotativa del bloque.
En la antesala de su viaje, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, advirtió a Orbán que no podía hablar en nombre de la Unión Europea.
El alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, también emitió un comunicado subrayando que «la visita de Orbán a Moscú se enmarca exclusivamente en las relaciones bilaterales entre Hungría y Rusia».
En respuesta a las críticas surgidas tras su reunión con Putin, Orbán afirmó en Moscú que «el número de países que pueden hablar con ambas partes del conflicto se está agotando rápidamente» y que Hungría pronto podría ser «el único país de la UE que podrá hablar con todo el mundo».
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El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, comentó en X que la «histeria» de los altos funcionarios europeos ante la visita de Orbán reafirma que «el bloque comunitario y sus amos estadounidenses necesitan la guerra, no la paz».
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Cabe destacar que Orbán se reunió recientemente con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, donde insistió en la necesidad de deponer las armas y sentarse a negociar.
