Mediante una investigación llevada a cabo en 10 instalaciones de cría y sacrificio de pollos en China, se recopilaron muestras de las bacterias Escherichia coli y Salmonella enterica.
Los resultados de este estudio revelan que estas bacterias tienen la capacidad de evolucionar genéticamente al intercambiar información genética, desarrollando resistencia a antimicrobianos, incluyendo antibióticos.
En el estudio descubrieron que las bacterias Escherichia coli y Salmonella enterica comparten elementos genéticos móviles específicamente relacionados con la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
La coautora del estudio, Tania Dottorini explicó que “aún no hay una total comprensión de cómo las bacterias pueden hacer esto, puesto que los estudios se enfocan en una sola especie bacteriana”.
Para la realización del estudio, los investigadores recolectaron muestras de heces de pollo, cadáveres, plumas, alimento, tierra, aguas residuales y agua potable.
¿Qué problemas causan las bacterias Escherichia coli y Salmonella enterica?
Las bacterias Escherichia coli y Salmonella enterica pueden causar graves enfermedades como: infecciones urinarias, respiratorias e incluso en el torrente sanguíneo. Asimismo intoxicación alimentaria como la Salmonelosis.
Es común que ambas bacterias se encuentren en el alimento para ganado o para humanos y ambas pueden ocasionar enfermedades diarreicas que pueden ser mortales en los humanos.
Bacterias resistentes a los antimicrobianos.
Los antimicrobianos se utilizan para combatir las bacterias y son sustancias químicas que se asocian únicamente con los antibióticos, aunque también son parte de estos los antisépticos, desinfectantes y antimicóticos.
Las bacterias han creado mecanismos de defensa contra los medicamentos, tanto que los antibacterianos no estan produciendo efecto en el tratamiento de muchas enfermedades, entre ellas las infecciones en el tracto urinario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)estima que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) ha provocado la muerte de casi 6 millones a nivel mundial y se debió al uso inadecuado y excesivo de los antimicrobianos en humanos, animales y plantas.
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Además, se llevó a cabo una comparativa de los resultados entre ambientes similares en China y Europa. En este análisis, se encontró que las pruebas realizadas en territorio chino presentaban una mayor variedad de elementos genéticos móviles en comparación con entornos europeos semejantes.
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Asimismo, de acuerdo con las afirmaciones de Dottorini, las disparidades en los resultados pueden atribuirse a «varias en el empleo de antibióticos y a las tácticas de intervención» en ambas ubicaciones.
