La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está negociando un nuevo acuerdo para Israel, que contempla el envío de más de 1.000 millones de dólares en armas y municiones adicionales al ejército israelí.
El nuevo paquete de armamento, según informó AP, “incluye unos 700 millones de dólares para municiones de tanques, 500 millones de dólares en vehículos tácticos y 60 millones de dólares en proyectiles de mortero, dijeron los asesores del Congreso. Hablaron bajo condición de anonimato para discutir una transferencia de armas que aún no se ha hecho pública”.
Pese a que no especificó cuándo realmente se enviaría el armamento, dos asesores del Congreso afirmaron que el lote no forma parte del compromiso de asistencia exterior que los legisladores estadounidenses aprobaron y que el presidente Biden firmó en abril.
Biden reconoce que Israel asesina civiles con armamento de EEUU
El mandatario estadounidense, en un doble discurso, en días recientes, reconoció que el Ejército de Israel utiliza el armamento proporcionado por Washington, para atacar y asesinar civiles palestinos, en Gaza.
“Los civiles han sido asesinados en Gaza como consecuencia de esas bombas y otras formas en las que van tras los centros de población”, declaró Biden al medio de comunicación norteamericano CNN.
Las discusiones sobre la nueva ruta de apoyo militar se iniciaron menos de una semana después de que Washington suspendiera un envío de 3.500 bombas a Israel.
En este sentido, el territorio de Gaza quedó completamente aislada de la ayuda humanitaria el 7 de mayo, cuando Israel tomó el control del paso fronterizo de Rafah y desplazó tropas hacia la ciudad.
Miembros de las Naciones Unidas alertaron que, debido a la falta de los suministros de combustible y agua, los servicios de ayuda podrían tener que cesar por completo en cuestión de días, lo que desencadenaría una crisis aún más grave en el territorio palestino.
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De igual manera, Israel ha reafirmado en múltiples ocasiones su determinación de «seguir adelante» con sus agresiones militares en la Franja de Gaza a pesar de la presión internacional.
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«Esto solo refuerza nuestra determinación de seguir luchando contra las presiones y de seguir luchando hasta el final, hasta la victoria absoluta. Ninguna presión internacional nos impedirá alcanzar todos los objetivos de la guerra», apostilló en marzo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
