Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), tras su XXIII Cumbre en Venezuela, emitieron una declaración final para fortalecer los principios y valores del organismo.
En la declaración, se adopta la Agenda Estratégica 2030 del ALBA-TCP como un documento fundamental para orientar el desarrollo y la consolidación integral de la Alianza, priorizando el bienestar de los pueblos.
Se destaca la importancia de la CELAC como un mecanismo crucial de integración regional y diálogo político, con el compromiso de ALBA-TCP de representar los intereses de sus pueblos. Además, se ratifica el compromiso con la «Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz», vigente desde su aprobación en 2014.
El documento también reafirma el respaldo al diálogo entre Venezuela y Guyana para resolver disputas bajo el marco del Derecho Internacional, manteniendo la región como una Zona de Paz. Se expresa un firme compromiso con la defensa de la soberanía nacional y se rechaza la Doctrina Monroe y cualquier forma de injerencia o dominación imperial en la región.
ALBA-TCP exige levantamiento de sanciones contra Nicaragua y Venezuela
Además, se exige el levantamiento inmediato de las medidas coercitivas unilaterales impuestas contra Nicaragua y Venezuela, consideradas contrarias al Derecho Internacional y a los Derechos Humanos, y se demanda reparación y compensación por los daños causados a los países y pueblos afectados.
“Ratificamos nuestra enérgica condena al genocida e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba y resaltamos el histórico respaldo de los Estados miembros de la Alianza a la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, cita la declaratoria.
Asimismo, agrega: “Reivindicamos la urgente necesidad de coordinar mecanismos de cooperación efectiva y de solidaridad con el pueblo de la hermana República de Haití para que pueda avanzar en la senda hacia la paz duradera y el desarrollo sostenible, siempre en pleno respeto a su soberanía y en rechazo al esquema de intervencionismo impuesto por intereses imperiales”.
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Los acuerdos también coinciden con el rechazo al asalto policial de la Embajada de México en Quito por parte del gobierno del Ecuador, que creó un peligroso precedente que atenta contra la paz y la estabilidad de la región. En ese sentido el ALBA-TCP exigió la restitución del estatus de asilado, previamente otorgado al ex vicepresidente Jorge Glas.
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“Expresamos nuestro más firme repudio y condena al genocidio que comete Israel en la Franja de Gaza, con la complicidad y apoyo del gobierno de los Estados Unidos, que ha derivado en una de las peores catástrofes humanitarias de nuestros tiempos. En ese sentido aprobamos el Comunicado Especial sobre la situación en Palestina anexo a esta Declaración”, especifica el pronunciamiento.
