El presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, acusó a las naciones de Occidente, de haber provocado un desequilibrio en la alimentación mundial. El mandatario advirtió que el poco profesionalismo y la política aventurera, aplicada por los países occidentales, ha generado este problema de escala global.
“Proveemos nuestras necesidades y estamos entre los principales productores del mundo, ayudamos y seguiremos ayudando a los países que enfrentan escasez de alimentos”, declaró el mandatario ruso, agregando que el país euroasiático, pone todos sus esfuerzos en continuar ayudando a los países más afectados.
De acuerdo al jefe de Estado, satisfacer las necesidades del país y también apoyar a los países que enfrentan distintas crisis, es un logro alcanzado por las decisiones tomadas en Rusia, para conseguir la soberanía en el complejo agroindustrial y la ciencia de la industria.
«Esto es, sin exagerar, una cuestión de nuestra soberanía tecnológica, científica y alimentaria, la sostenibilidad y llenar el mercado ruso con alimentos asequibles y de alta calidad. Ante la presión de las sanciones, los desafíos alimentarios mundiales… estas tareas se vuelven incluso más relevante”, indicó el presidente.
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Occidente y los intentos por desacreditar a Rusia
Los esfuerzos de la Federación de Rusia en el área agroindustrial, industrial y agropecuaria, han ubicado a la nación entre los líderes mundiales para la producción de alimentos, un dato que se ha intentado ocultar e incluso chantajear desde Occidente, que culpa al país euroasiático, de generar una crisis alimentaria mundial.
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Expertos señalan, que la manipulación y la desinformación, liderada por Occidente, son un intento de atribuir todos los problemas que sufre el mundo en su economía a Rusia, para crear una opinión desfavorable contra sus gobernantes y su gente, generando impulsos xenófobos.
Contrario a lo divulgado por medios occidentales, la crisis de alimentos fue alertada desde 2020, por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que indicaba el peligro de una “pandemia de hambruna” de proporciones bíblicas, con origen en los desastres naturales causados por el cambio climático y las consecuencias por la pandemia del COVID 19.
