A pesar de las amenazas de Occidente contra Serbia por no sumarse a las sanciones impuestas a Rusia, el país del sureste europeo, reiteró su rechazo a formar parte de esas medidas coercitivas por considerar que atentarían a sus propios intereses nacionales.
«Sería inapropiado que Serbia sancionara a Rusia ahora, y sería perjudicial para nuestros intereses», afirmó desde Ankara, capital de Turquía, el ministro de Relaciones Exteriores de Serbia, Ivica Dacic, quien se encuentra de visita en la nación de Medio Oriente.
Serbia prioriza sus intereses nacionales
Asimismo, detalló que la decisión de mantenerse al margen de la política de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, se basa en «intereses nacionales y estatales, cooperación económica así como problemas que Serbia tiene con Kosovo”.
El territorio de Kosovo, donde la OTAN mantiene intervenido con fuerzas militares, ha sido un eje de conflictos entre Serbia y Occidente que ejerce presiones para que Belgrado acepte esa zona como un Estado independiente.
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La Unión Europea ha arreciado sus amenazas contra Serbia, exigiendo su “alineación total” con la política de sanciones y medidas coercitivas dirigidas a Moscú, pero las autoridades serbias mantienen firme su oposición.
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“Creo que Serbia y Turquía quieren ser factores constructivos de paz y estabilidad», argumentó Dacic. Además, el diplomático agregó que, «nuestro interés no es estar del lado de nadie en algún conflicto, abogamos por el respeto de la integridad territorial y la soberanía de cada Estado miembro de la ONU».
