El gigante asiático, parece indetenible en el fortalecimiento de sus relaciones de cooperación, y avanza de este a oeste y de norte a sur por el hemisferio. Desde América Latina, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, precisó que China es una potencia en surgimiento que acabaría con 7 mil años de imperialismo y Colonialismo.
El mandatario latinoamericano, enfatizó en que China se encuentra demostrando al mundo, que se puede ser una potencia sin ser imperialista y mantener relaciones diplomáticas respetuosas con las naciones en vías de desarrollo.
China, potencia mundial no imperialista
“China da señales contundentes de que se puede ser una gran potencia sin ser imperialista, extendiendo las manos a la cooperación, a la solidaridad a todos los pueblos del mundo sin importar su tamaño, su color…”, expresó maduro en el contexto del acto de despedida y condecoración al embajador de la República Popular China en Venezuela, Li Baorong.
En relación al estrechamiento de lazos diplomáticos y de cooperación que realiza Pekín en el mundo, el presidente venezolano, detalló que “el siglo XXI está siendo testigo de una de las transformaciones civilizatorias más grande en 7 mil años”.
“Si revisamos la historia de la Humanidad en 7 mil años, es la historia de un imperio, sustituyendo a otro imperio, es la historia de la conquista, de la dominación, es la historia del colonialismo en sus distintas expresiones, es la historia del esclavismo, en sus distintas expresiones”, preció al respecto Maduro.
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El líder chavista y bolivariano, continuó su discurso asegurando que durante miles de años “cada potencia quiso sustituir los espacios y los territorios para dominar a los pueblos, para someter y esclavizar a los pueblos”.
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Al respecto, Maduro, insistió en que actualmente se está desarrollando “uno de los cambios civilizatorios más contundente, más auspicioso y más importante como surgimiento de la China milenaria, como gran potencia política, militar, diplomática y económica del siglo XXI que apenas está despuntando”.
